Zococity - Junio 2022

Cápsulas giradiscos, todo lo que necesitas saber

Muchos daban al vinilo por muerto y, sin embargo, parece estar viviendo una segunda juventud. La venta de giradiscos se mantiene constante, y el hecho de que cada vez más usuarios apuesten por adquirir cápsulas giradiscos de mejor calidad no hace sino confirmar el amor que todavía se profesa a este formato, capaz de ofrecer una experiencia auditiva que ningún CD o plataforma de streaming puede ofrecer.

Pero las características de estos dispositivos hacen que tanto nostálgicos como jóvenes que están descubriendo por primera vez este formato deban conocer algunos aspectos fundamentales de estos reproductores singulares.

Los primeros, porque seguramente los avances tecnológicos con los que cuentan muchos de los giradiscos de hoy les pueden parecer extraños; a los segundos, porque seguramente no hayan conocido nada más que plataformas de streaming para escuchar música y no sabrán muy bien cómo funcionará un giradiscos.

Comprar vinilos hoy en día: ¿aún es una buena idea?

Los vinilos son excelentes piezas de coleccionismo que siguen atesorando un valor inigualable, y no solo lo decimos por la calidad de la música, sino por las inconfundibles portadas y carátulas que muchos consideran pequeñas obras de arte. Un valor que es extensivo a los giradiscos, unos dispositivos únicos y muy apreciados en todo el mundo incluso en una época en la que lo digital tiende a predominar.

La clave, contra todo pronóstico, no está en los vinilos, sino en los tocadiscos. Más concretamente, lo esencial se concentra en la aguja fonocaptora, que tiene que estar en perfectas condiciones para que la reproducción sea de buena calidad.

Y es que es este elemento el que puede deteriorar con el paso del tiempo el disco de vinilo si los surcos del mismo sufren una presión excesiva por parte de la aguja fonocaptora. Por tanto, hay que vigilar la presión de la aguja, el peso que deja caer sobre el surco y la ondulación de la base del giradiscos o la potencia de su motor.


Sí, aún hoy en día es una buena idea comprar un giradiscos para disfrutar de lo mejor de los dispositivos actuales con lo mejor de antaño. Si por casualidad tuvieras un giradiscos en casa y fuese viejo, no lo descartes porque es posible que el cabezal de la aguja esté en perfectas condiciones, en cuyo caso podría utilizarse para disfrutar de música en discos de vinilo. Sin embargo, si estás pensando en comprar uno nuevo, te aconsejamos que eches un vistazo a nuestro catálogo porque contamos con las mejores opciones que el mercado ofrece a día de hoy.

Solamente trabajamos con los mejores fabricantes y, en el caso de los giradiscos, esto tiene una importancia aún mayor porque es el cabezal de la aguja el responsable de que el sonido se reproduzca con la máxima calidad o con impurezas, menos definición y con más ruido.

Los modelos de gamas inferiores pueden incorporar un plato que no sea capaz de amortiguar las fluctuaciones de la base, haciendo que el sonido pierda calidad; en cambio, los modelos premium cuidan todos estos detalles para evitar que cualquier imperfección afecte en sentido negativo a la calidad del sonido.

Comprar un giradiscos nuevo: más allá del vinilo

Es típico de principiantes poner toda la atención en el disco de vinilo cuando, en realidad, es el giradiscos el que debe merecer toda tu atención. Ten en cuenta que estamos ante una clase de reproductores que exigen una tremenda estabilidad para evitar que el sonido se “pique”, por lo que la plataforma que actúe de sostén debe ser rígida, pero con la suficiente capacidad de amortiguación para evitar que el sonido se vea afectado.

La base del giradiscos debe tener unos pies de goma, de baja altura y de gran anchura a ser posible, ya que, cuanta más superficie abarquen, más estabilidad darán al dispositivo, garantizando una reproducción sin fisuras.

Por tanto, hay que fijarse sobre todo en la calidad y el estado de la aguja y de la base, ya que influirán en la forma en la que el sonido es emitido y en el nivel de calidad general del mismo.

Ahora bien, algo que los más entendidos sabrán es que no hay solo un tipo de giradiscos y que, en función del mismo, la durabilidad de sus piezas o la experiencia en su conjunto pueden variar.

En realidad, cuando hablamos de tipos de giradiscos estamos refiriéndonos a los tipos de transmisión, que puede ser de polea, de tracción directa y de correa. Los giradiscos de correa son más baratos, pero sus piezas se degradan a un mayor ritmo. Con el tiempo, el calibrado se pierde y tardan más en alcanzar la velocidad nominal, lo que hoy en día conocemos como revoluciones por minuto y que, en las especificaciones técnicas, aparece como rpm.

Los de tracción directa son los mejores en caso de que pienses hacer un uso intensivo de ellos, porque al carecer de piezas mecánicas, el deterioro al que se exponen es menor. Además, son más silenciosos y el movimiento que realizan es más uniforme.

En cuanto a los de polea, se trata de giradiscos más difíciles de encontrar pero que ofrecen prestaciones muy atractivas. Alcanzan la velocidad nominal en el momento, son económicos y su diseño es realmente robusto. No obstante, algunas de sus piezas se deterioran fácilmente y su reparación es realmente complicada, por lo que conviene sopesar muy detenidamente su adquisición para contemplar los pros y contras.

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