Realizar una instalación de sonido es una tarea bastante sencilla, a pesar de lo que parece. Ahora bien, es fundamental contar con algunas nociones básicas para poder hacerlo de manera adecuada. ¿Te gustaría realizar una instalación de sonido en casa? Nuestros especialistas de sonido te explican qué componentes necesitas para ello. ¡Presta atención a los consejos y recomendaciones que te damos!
Instalación de sonido en casa: cosas a tener en cuenta
Llevar a cabo una instalación de sonido en casa consiste en colocar un sistema de audio
amplificado para un espacio concreto de la vivienda. Este sistema permite al usuario
disfrutar de un sonido de calidad gracias a un dispositivo que permite aumentar o
amplificar las señales de audio y entregar la potencia necesaria a los altavoces de alta
fidelidad. Pero no solo eso, también conectar el smartphone, la tableta y otros
dispositivos con aplicaciones de música.
La instalación de sonido en casa puede
realizarse en un dormitorio, en el salón, en el garaje o en cualquier otra estancia del
hogar, dependiendo de las necesidades del usuario. Hay que tener en cuenta, así mismo,
que la implementación de la instalación de sonido en casa requiere que se haga uso de
un dispositivo de sonido estéreo doméstico para sonido grabado —si la instalación se
realizara en otro espacio, como una sala de conferencias, nos interesaría que incluyera
sonido en vivo, lo que haría necesario la utilización de algunos aparatos
complementarios como megafonías y consolas de mezclas—.
En cualquier caso, una instalación de sonido te permitirá disfrutar de la mejor calidad
del audio en tu hogar, además de poder centralizarlo y crear una sensación
envolvente. Por supuesto, todo depende de cómo se haga la instalación y de los
componentes que se empleen —como vemos, a continuación—.
Componentes de una instalación de sonido
Lo más importante a la hora de llevar a cabo una instalación de sonido es conocer cuáles son los componentes esenciales de la misma. Ten en cuenta que en función de estos podrás realizar un tipo de instalación u otra, además la calidad del audio variará. En este apartado vamos a explicarte cuáles son los componentes de una instalación de sonido para casa más utilizados.
Componentes de una instalación de sonido: La fuente de sonido
La fuente de sonido es primordial a la hora de hacer uso de una instalación de sonido en
casa. Una fuente de sonido puede ser un teléfono móvil, un portátil, un PC, una
televisión, una tableta, un tocadiscos o un reproductor Hi-Res, entre otros aparatos
eléctricos. Estos dispositivos transmiten el sonido al resto de la instalación, logrando
ambientar la estancia o incluso generar la sensación de un cine en casa con un equipo
home cinema.
El funcionamiento de las fuentes de sonido varía dependiendo de las
prestaciones del aparato y del tipo de instalación en cuestión, pudiendo transmitir
señales eléctricas o inalámbricas.
Componentes de una instalación de sonido: El amplificador
Como decíamos más arriba, el amplificador es imprescindible a la hora de realizar una
instalación de sonido en casa. El amplificador es un dispositivo que contiene varios
circuitos eléctricos gracias a los cuales es posible amplificar las señales de audio y
entregar una mayor potencia en los altavoces. Estos ofrecen, así mismo, la
posibilidad de expandir el audio por las diferentes habitaciones del hogar y lo
pueden hacer de manera independiente o agrupada. Los amplificadores de sonido
pueden funcionar con cables o de manera inalámbrica. La elección del amplificador
correcto en la instalación de sonido depende del espacio que se quiera alcanzar, así
como de los altavoces disponibles. Por ejemplo, para altavoces de techo, altavoces de
muro, altavoces portátiles…
En cualquier caso, es importante asegurarse de que este
aparato tenga la potencia suficiente para poder alimentarlos. Algunos amplificadores
ofrecen, incluso, la posibilidad de integrarse con las soluciones domóticas del hogar.
Componentes de una instalación de sonido: El cableado
El cableado, como es obvio, es otro de los componentes imprescindibles de la
instalación de sonido en casa —así como también de una oficina, de un negocio o de
cualquier otro lugar—, sobre todo si no optamos por una instalación inalámbrica. En
cualquier caso, es posible que necesitemos algún tipo de cable para realizar la
instalación. Los cables son los encargados de transmitir la señal desde la fuente de
sonido hasta los propios altavoces. Lo más habitual es utilizar algunos de estos tres tipos
de cables:
-Cables mini Jack o Jack de ¼: Son los más populares ya que se trata del tipo
de conectores más empleados en teléfonos móviles, así como en auriculares. El
puerto Jack de 3,5 mm es el más compatible con los dispositivos electrónicos.
-Cables RCA: Generalmente, este tipo de cables se utiliza cuando los altavoces
van conectados a una mesa de mezcla. Los cables RCA permiten, así mismo,
conectar los autoestéreos en los amplificadores, aunque hoy en día están siendo
sustituidos por los HDMI.
-Cables XLR: Este tipo de puerto suele utilizarse para los micrófonos. Es decir,
se emplea en las actuaciones en directo. El cable XLR funciona también para la
conexión de amplificadores, iluminación y vídeo.

Componentes de una instalación de sonido: Los altavoces
Por último, pero no menos importante, se encuentran los altavoces. Estos pueden ser de
muchos tipos, como los altavoces activos, de suelo, de monitor, de canal central,
altavoces 5.1, los surround, los inalámbricos (bluetooth), las barras de sonido y muchos
más. Por supuesto, estos son las claves de la instalación ya que aquí culmina la señal.
A rasgos generales hay que tener en cuenta que estos pueden ser inalámbricos o por
cable, además según su tipología (o la zona en la que se instalen) pueden ser de techo
(empotrados en un falso techo), los colgantes (en espacios de gran altura, como si fueran
una lámpara y en los casos en los que no contamos con falso techo) y los de montaje en
superficie (estos incluyen sus propios soportes para ser instalados en cualquier punto de
la pared. También pueden encontrarse los altavoces de suelo (o los de columna) y los
portátiles (que pueden colocarse en cualquier estantería o mueble).
