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El sonido, la electrónica, los altavoces…todos los dispositivos alrededor de la reproducción de la música o el audio son actualmente muy especializados, y hay tantas gamas a nuestra disposición que es bastante fácil perderse. Si quieres adquirir un nuevo aparato de este sector tecnológico y que sea de uso profesional, probablemente te encuentres inmerso en un mar de dudas. Esto tiene su lado bueno, y es que probablemente podrás encontrar aquello que estás buscando con mucha más exactitud y con las funcionalidades que habías soñado. Eso sí, primero debes conocer los equipos actuales y sus diferencias con otras alternativas del mercado.
Si has llegado hasta aquí es porque habrás oído hablar de la etapa de potencia y tienes grandes dudas sobre su significado o su funcionalidad. Es algo normal, pues no es un concepto tan común para los usuarios, ¡aunque resulta más popular de lo que crees entre los expertos!
En este artículo te hablaremos de la etapa de potencia, que es, para qué sirve y sus tipos, entre otras cosas. De esta forma podrás salir de dudas definitivamente.
Una etapa de potencia también se denomina como amplificador de potencia y se trata de un aparato electrónico que se emplea para aumentar la señal eléctrica que sale de una fuente o reproductor de sonido. Es decir, opera con mesas de mezcla o micros, pero también con una cadena musical.
Se trata de equipos que son bastante especializados, por lo que encontrarás algo de verdadera calidad en ellos. Suelen tener entradas de tipo XLR, RCA o Jack, mientras que sus salidas van a ser de bornas o tipo speakon.
En la etapa de potencia está el último paso entre el aparato que transmite el audio y el altavoz que se va a encargar de exponerlo al exterior. La potencia capaz de transmitir la música, está comúnmente condicionada por el tipo de altavoz que se emplee.
La principal misión de la etapa de potencia es conseguir amplificar la señal de audio y que esta, finalmente, sea lo suficientemente potente para ser emitida mediante una caja acústica. En su interior son capaces de mover grandes cantidades de corriente, así que lo común es que cuenten con un sistema de protección interno que también las hace eficientes ante los posibles fallos eléctricos.
Si lo explicamos de una forma un poco más técnica, podemos decir que este aparato recoge una señal de potencia baja y la amplifica a una potencia más elevada para que funcione como un impulsor de los altavoces y estos sean capaces de transmitir el audio de una forma más intensa.
En definitiva, con este dispositivo va a mejorar la calidad del sonido y también el rendimiento de los aparatos con los que se conecta. El resultado es un aumento de la potencia del audio, e incluso la posibilidad de hacerlo “reproducible” cuando la señal es insuficiente.
Puedes encontrar diferentes tipos de etapas de potencia y así es como se clasifican:
Clase A. Con un único dispositivo modulador, algo muy poco habitual porque trabajan de una forma bastante limitada y con rendimiento bajo.
Clase B. Con dos dispositivos moduladores, algo también muy poco común, pues el rendimiento se puede alterar, aunque realmente mejore la potencia.
Clase AB. Se mejora la polarización que presenta la clase B para disminuir el efecto de la distorsión de cruce. Su mayor desventaja es que gastan una gran cantidad de energía para hacerlo, más que la que llegan a producir.
Clase C. Emplean uno, dos o cuatro moduladores y cada uno de ellos se va a dedicar a una parte del ciclo. Se utiliza comúnmente en señales con banda estrecha y era usual en las radiofrecuencias.
Clase D. De dos a cuatro dispositivos moduladores capaces de hacer una amplificación de la señal PWM. En este caso sí se mejora el rendimiento y se trabaja de una forma más sofisticada. Los de este estilo se conocen como amplificadores digitales.
Clase E y G. La diferencia en esta nomenclatura es una cuestión territorial, pues siendo lo mismo se emplea una denominación en Europa y otra en los Estados Unidos. Mejora el tipo de etapa anterior porque utiliza una tensión de alimentación para las señales que son bajas y otra distinta para las altas. Su aspecto más positivo es que consume menos potencia al trabajar con señales que son bastante débiles.
Clase H. Muy similares al tipo anterior, sin embargo, en este caso se mejora el rendimiento aplicando más tensiones de alimentación.
BJT. Es lo que corresponde a las siglas de Bipolar Junction Transistor, el primer transistor que se creó.
MOSFET. Significa Metal Oxide Semiconductor Field Effect Transistor y se refiere a los transistores de los 80 y generan un efecto de campo mediante un semiconductor generado por la combinación de metal y óxido.
La diferencia entre etapa de potencia y amplificador es bastante sutil, pero conviene conocerla. Un amplificador es un dispositivo de uso común que se puede encontrar en variedad de gamas, incluso los hay para uso doméstico, para emplear con reproductores o sacar el mejor sonido de los instrumentos musicales eléctricos.
Sin embargo, la etapa de potencia tiene un uso más específico que se reduce habitualmente al ámbito profesional. Su principal característica es que la etapa no dispone de un preamplificador de micrófono, delegando esta función en otros aparatos como las mesas de mezclas. Están más pensados para un empleo en grandes espacios, en salas grandes, para conciertos o espectáculos en directo.