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La forma en la que escuchamos música ha cambiado de manera radical en los últimos años. Cada vez es menos frecuente depender de cables para conectar nuestros dispositivos, y en su lugar ganan protagonismo las tecnologías inalámbricas que permiten transmitir contenido con gran calidad.
Una de las más populares es AirPlay, la solución de Apple para enviar música, vídeo o imágenes de un dispositivo a otro de forma inmediata. Pero, cuando hablamos de AirPlay, ¿qué es exactamente y cómo se utiliza en sistemas de sonido modernos? Vamos a analizarlo en detalle.
AirPlay es un protocolo inalámbrico desarrollado por Apple que permite transmitir contenido multimedia —como música, vídeos o fotos— desde un iPhone, iPad o Mac hacia otros dispositivos compatibles, como altavoces, receptores de audio, televisores o incluso auriculares. Su gran ventaja es que lo hace a través de la red WiFi, lo que asegura una mayor estabilidad y calidad frente a conexiones Bluetooth tradicionales. A diferencia de otros sistemas, AirPlay música no comprime la señal en exceso, lo que significa que la calidad del audio se mantiene prácticamente intacta.
Esto lo convierte en una solución ideal para los usuarios más exigentes que buscan disfrutar de su biblioteca en streaming con el mejor nivel de detalle posible. Además, es un sistema pensado para integrarse con el ecosistema Apple, aunque cada vez más marcas de audio de alta fidelidad lo incorporan en sus dispositivos.
Muchos usuarios se preguntan cómo usar el AirPlay en su día a día. El proceso es muy sencillo: basta con que el iPhone, iPad o Mac esté conectado a la misma red WiFi que el altavoz, receptor o televisor compatible y, por supuesto, que el dispositivo receptor sea compatible con el sistema, como es el caso del altavoz multiroom Audio Pro G10.
Desde el menú de reproducción del dispositivo aparece el icono de AirPlay, representado por un rectángulo con un triángulo en la parte inferior. Al pulsarlo, se despliega la lista de equipos disponibles y solo hay que seleccionar al que se quiere enviar el audio o vídeo. Por ejemplo, si quieres escuchar tu lista de Apple Music en el salón, basta con elegir el mejor altavoz AirPlay que tengas conectado a la red. En cuestión de segundos, la música comenzará a sonar sin interrupciones. Lo mismo ocurre si quieres enviar el audio a un receptor AV conectado a tu televisor o a un receptor de audio en zona compatibles, como Sonos Port. La experiencia es inmediata y transparente para el usuario, sin necesidad de configuraciones complejas.
Otro aspecto interesante es que AirPlay no se limita a Apple Music. También es compatible con otras aplicaciones de terceros como Spotify, Tidal o YouTube. En todos estos casos, la transmisión se realiza a través de la red local, lo que garantiza una latencia muy baja y una calidad constante.
El ecosistema de AirPlay música es cada vez más amplio. En sus inicios estaba limitado a productos de Apple como el Apple TV o los altavoces de la marca, pero con el tiempo muchos fabricantes de sonido han adoptado esta tecnología, ampliando la compatibilidad. Actualmente se pueden encontrar altavoces inalámbricos de marcas como Sonos, Bose, Denon, o Naim, todos ellos con soporte para AirPlay 2 (la última versión de este protocolo inalámbrico). Esto abre un abanico enorme de posibilidades para quienes buscan el mejor altavoz AirPlay adaptado a sus necesidades, desde modelos portátiles hasta sistemas de alta fidelidad para audiófilos.
También es posible conectar AirPlay a receptores AV de firmas como Yamaha, que permiten enviar audio en alta resolución desde un dispositivo Apple directamente al equipo de cine en casa. Incluso hay auriculares AirPlay, aunque lo más habitual es encontrar esta compatibilidad en sistemas de altavoces multiroom. Además, Apple sigue potenciando la integración de AirPlay en televisores inteligentes. Marcas como Samsung, LG o Sony ya incluyen compatibilidad nativa, lo que significa que puedes enviar vídeo o música desde el iPhone directamente al televisor sin necesidad de cables.
La primera versión de AirPlay ya ofrecía una calidad de audio superior a la del Bluetooth, pero con la llegada de AirPlay 2 en 2018 las prestaciones se multiplicaron. Esta actualización introdujo mejoras clave que lo convirtieron en una de las tecnologías de transmisión más completas para el hogar. La más destacada es la reproducción multiroom. Con AirPlay 2 es posible enviar música a varios altavoces de forma simultánea, manteniendo la sincronización perfecta entre ellos. Esto significa que puedes tener una canción sonando en la cocina y otra diferente en el salón, o reproducir la misma lista en toda la casa sin retrasos ni desfases.
Otra gran ventaja de AirPlay 2 es su integración con Siri, el asistente de Apple. Basta con dar una orden de voz como “pon mi lista de rock en el salón” para que la música comience a sonar en el altavoz elegido. Esta función convierte a AirPlay 2 en una herramienta muy cómoda para quienes buscan controlar todo sin tocar el móvil. En cuanto a calidad de sonido, AirPlay 2 mantiene la capacidad de transmitir audio sin pérdidas hasta 16 bits/44,1 kHz, lo que corresponde a calidad de CD. Aunque no soporta de manera oficial formatos de alta resolución como el 24/96, sí asegura una transmisión estable y nítida, muy superior a la mayoría de conexiones inalámbricas. Para la mayoría de usuarios, esta calidad resulta más que suficiente para disfrutar de una experiencia auditiva detallada y envolvente.
Otro punto fuerte es la estabilidad de la conexión. Al usar WiFi en lugar de Bluetooth, se reducen los cortes, se amplía el alcance y se consigue una mejor gestión de la batería en los dispositivos emisores. Además, es posible seguir usando el iPhone o el iPad mientras se transmite música, ya que el sistema no depende de mantener una conexión directa como ocurre con otros protocolos.